Gracias al Plan
Prepara miles de familias están recibiendo una ayuda que les permite subsistir
durante 6 meses una vez que ya han
agotado sus prestaciones y subsidios por desempleo. Las circunstancias actuales
han convertido al programa más en una red de seguridad antes que en lo que
originariamente fue pensado: una forma de volver a introducir en el mercado
laboral a los parados de larga duración.
Pero la realidad ha sido otra, como sabrán la mayoría de los
beneficiarios. Lo que en principio prometida ser un itinerario personalizado
para cada parado, con la posibilidad de realizar diversos cursos para conseguir
un reciclaje profesional, se ha convertido en poco más que citas mensuales con
orientadores. De esta forma, el objetivo inicial del plan ha quedado
desvirtuado.
Por si no fuera poco desde su implantación, el Plan Prepara
ha visto como iban endureciéndose los requisitos de acceso, hasta llegar a unos
niveles que en muchos casos impiden acceder al plan a un considerable número de
parados. No sólo es necesario asistir a las sesiones formativas y de
orientación, además se exige un mínimo de tiempo inscrito como demandante de
empleo (algo lógico por otra parte) y lo que es más importante, no superar
ciertos niveles de renta. Pero este límite no sólo se aplica al propio
interesado, sino a su unidad familiar. Concretaremos los detalles próximamente,
pero esta medida deja fuera a parados de larga duración, que aunque en cómputo
familiar superen los límites, se encuentran en situaciones económicas muy
comprometidas.
Sobre todo teniendo en cuenta el contexto actual y al
deficiente funcionamiento de otras medidas y programas del Estado. Como por
ejemplo el retraso en los ingresos en las becas para sus hijos (o para ellos
mismos si han decidido formarse para acceder a un empleo) o el colapso del
FOGASA.
Muchas veces se trata a estos parados de larga duración como
a personas que no han puesto interés en su búsqueda de empleo y que ahora
exigen que se les amplíen sus coberturas. Pero en la inmensa mayoría de los
casos se trata de parados que han buscado incansablemente trabajo, en muchos
casos con cargas familiares e hipotecas, pero que en un país con 6 millones de
parados no han tenido ninguna oportunidad laboral.
Por eso, desde este espacio ofreceremos información desde el
punto de vista de los beneficiarios sobre requisitos, retrasos en los pagos,
ofertas laborales y otros temas relacionados.
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